Nuestro obediente árabe con gafas continúa su iniciación con Andolini y ¡es hora de profundizar! Andolini lo entrena de verdad en la garganta profunda y en el sexo anal duro. No es el momento de hacerse el tímido: le demuestra que lo desea y que es su esclavo. Él comprende y sobrepasa sus límites de mamada, engullendo cada centímetro del jefe bajo su estímulo. Pero sobre todo, su culito, que hace unas horas era todavía virginal y super apretado, se abre ahora de maravilla. Está a punto de descubrir lo divertido que es cabalgar una gran polla. Es un excelente alumno. Se merece la mejor recompensa de todas: Andolini le va a pintar la cara con leche caliente.