A Cagouleur le gustan los chicos pequeños y le excita mucho el culo francés. Empieza a dominarlo, le da órdenes y le pide que lo mire bien a los ojos. Al mirar a los ojos del jefe, el chico se siente poseído y nunca ha tenido tantas ganas de chupar una gran polla. Comprende lo bueno que es someterse a un verdadero dom árabe y obedece cada vez más. Chupa los pezones, ofrece su culo y tendrá que ser fuerte para acoger la gigantesca polla del top dom. Una vez que empieza a machacar a un buen chico, Cagouleur no quiere parar. Va a ser un tiempo largo y duro.