Todos los matones franceses tienen su dedicado chupador de pollas. De vez en cuando, el joven maestro llama al devoto de los gallos para que haga el trabajo. Debe chupar, tragar todo, trabajar duro y profundizar en su trabajo. Juan Florian tiene su propia lista de mamadoras y esta es una de ellas. El chico está totalmente dedicado a su trabajo y aprecia la gran polla de Juan tanto como puede. De vez en cuando debe dar su culo también, incluso si no le gusta que lo follen. Pero, la voluntad del jefe no debe ser disputada.