Hoy, Lobo Blanco da una lección de humildad a un director general que juega a ser jefe en el trabajo, ¡pero que se convierte en una perra total por la polla de un matón colgado! Este trajeado al que le encanta dar órdenes todo el día acaba de rodillas en un sótano, en pleno modo obediencia. En cuanto ve esa carne de matón, el Director General se olvida de su elegante traje: traga esa polla como un loco, olisquea esos huevos como un demonio, y se deja destrozar la garganta sin límites. Nuestro Lobo le muestra quien es el verdadero jefe. El CEO se convierte en una completa zorra, obedeciendo cada orden de su nuevo amo.