Con Andolini sólo hay que abrir los oídos y dejarse llevar. Alex Brand se bebe las palabras del dom y se siente cada vez más débil, más y más obediente. Andolini le hace lamer el glande a través de sus calzoncillos y luego le pide que se lo chupe mirándole bien a los ojos. Entrenado para la mamada, Alex da entonces su culo para una memorable follada verbal que termina con una gran tarta de crema. Ha escuchado, ha obedecido... y se va a quedar el fin de semana. Su entrenamiento no ha hecho más que empezar.