Engelberth no puede más. Necesita desesperadamente chupar una polla árabe grande y gorda y que se la follen como a una . Durante horas se pasea por un garaje con la esperanza de ser visto por un chico malo en busca de una buena mamada. Y así fue. Aquí está, chupándosela a Fares, el barbudo y viril árabe. Su pene grueso y circuncidado es una verdadera delicia. Engelberth lo chupa sin moderación y se da un festín con esta magnífica polla. En la penumbra del garaje, Fares está decidido a follarse a ese joven mestizo que siempre está lloriqueando. Se llevará una buena dosis de leche en la boca y descansará bien esta noche después de haber probado este gran biberon.