Kevin, un jovencito gay francés, se masturba desde hace meses con Kad el dom árabe de polla gruesa. Está obsesionado por su polla y hoy por fin la probará. Kad tiene una polla maloliente y le vuelve loco. Kevin nunca lo admitió pero le encanta el olor de una polla masculina y tan pronto como Kad desenvuelve su impresionante carne y Kevin se acerca a ella, puede oler el aroma de su polla. Después de un día de pasear por los suburbios en chándal, a Kad le vendría bien un buen y obediente chupador francés para limpiarle la polla. Capta en una mirada que Kevin está fascinado por él y siente lo mucho que le gusta su polla grande y dominante. Así que toma el control total, se la mete sin piedad, le da forma a esa boquita y esparce el olor de su polla. Toda la boca de Kevin huele ahora a polla árabe y se siente más tomado que nunca, dispuesto a todo para conseguir el semen de su Amo.