De noche. Un aparcamiento abandonado. Andolini en pie, su enorme polla más pesada y tiesa que nunca. Llega un chupapollas encapuchado, dispuesto a postrarse ante el poderoso jefe. Dejando que su cálida voz entre en tu cabeza, guiando, formateando, siguiendo órdenes, abriendo bien la boca para intentar chuparla hasta el fondo. No es fácil, pero es lo que hace falta para ser un buen vaciador de semen. Andolini está caliente esta noche y no se lo va a tomar con calma: le va a dar por el culo a este nuevo compañero con todas sus virilidads y lo va a destrozar a placer. Un maratón de pollas XXL súper intenso que terminará con una explosión de esperma.