Un guapo árabe con la cabeza rapada y mirada obediente se lía con Rafael el Brasileño. El tío le dice que le siga al sótano y que le pondrá a cuatro patas. Eso es todo lo que necesita el guapo árabe para ponerse duro y obedecer. Sigue a Raphael y se deja llevar por el baile. Descubre su enorme polla, disfruta chupándola profundamente y, como era de esperar, acaba en el suelo a cuatro patas, siendo salvajemente follado. Un máximo de centímetros en el culo, una exhibición que te moja la polla: ¡el tipo de buenos encuentros que no olvidarás!