Sandro Rodríguez tiene un buen merguez grande. Tan grande que puede saciar incluso a los tipos más hambrientos. Es el caso de Jean-Luc, el pasivo encapuchado que tomará en él hoy estos largos centímetros de la gran polla de Sandro... para el mayor placer de su pequeño culo, hambriento de pollas desde hace varios días. Cuanto más le da Sandro, más lo desea el chico, hasta el punto de que Sandro acaba follándolo y haciéndole el puño simultáneamente. Entre los dos tíos no hay freno. Sólo cuenta el deseo y los dos tipos han decidido disfrutar de este momento de placer.