Después de una tarde de borrachera, por la mañana temprano, Juan Florian y Tom se reúnen en la habitación de Juan. Tranquilamente instalado en el sofá, el joven pachá es chupado por su sirviente Tom, un gay francés que ama a los jóvenes matones. Juan sólo tiene un deseo, que le chupen la polla y le vacíen las pelotas. ¡Tom sabe cómo bombear pollas! Con su pericia oral hace que se hinche la polla del joven bribón, que inmediatamente ataca el peludo culo de Tom. Una buena sodomía sigue, suficiente para despertar a todos los vecinos.