Angelo se ha encontrado un buen chupapollas, goloso y sumiso. Thomas adora la polla latina, de rodillas; disfruta de cada centímetro del gran trozo de carne y la garganta profunda hasta el fondo mostrando unas verdaderas habilidades. Angelo sabe como recompensarle después de un trabajo tan bueno: ¡unas buenas palmadas en el culo y su gran herramienta en su agujero!