Chupapollas tiene una cita en la escalera de una urbanización cercana. Es un negro, un tipo guapo que le está esperando y que tiene mucho peso en sus pantalones cortos de gimnasia. No quiere dar la cara porque su novia no sabe que también le gusta chupar pollas. Sabe que se ha topado con un experto, y ya está empalmado cuando oye a Chupapollas subir las escaleras. Chupapollas está a punto de darle una buena muestra de sus talentos en la materia: masaje de pollas, lamidas de glande y, sobre todo, sus famosas gargantas profundas....