Chupapollas está en el aparcamiento subterráneo y oye una música romántica que viene de un coche. Está a punto de toparse con un top árabe encapuchado que tiene mucho amor para darle por el culo. Algunos se enamoran de una cara, pero Chupapollas se enamora de una gran polla. Bajo el hechizo del glande, chupa obedientemente y nunca pierde el ritmo. Su guapo macho encapuchado acaba metiéndosela en el tronco para machacarle su culito ansioso. En el calor de la noche, la polla da todo su amor a este buen culo, que se abre de par en par y adora recibir las ternuras de la polla. El chupapollas abre bien la boca al final para recibir una buena recompensa de deliciosa leche.