Mathieu de Lyon, el francés barbudo con gorra, está de paso en París y tiene que encontrarse con unos amigos. Antes de eso, va al sótano para utilizar rápidamente un buen submarino gay y correrse. Para los tíos calientes y dominantes como Mathieu, las cosas van deprisa: en las aplicaciones, en cuanto se conecta recibe decenas de mensajes de gays cabrones suplicando por su gran polla. Elige al que parece más necesitado de una polla dura. Una zorra flaca que le está esperando, encapuchada, con un suspensorio y que al instante le agarra la polla para demostrarle lo buena que es con la garganta profunda. Mathieu no es delicado, no tiene tiempo: va directamente a machacarle el culo y después de haber follado el culo en todas las direcciones como un buen macho, acaba corriéndose en su boca. Rápido y bien hecho.