Melad, un pequeño árabe barbudo, conoce a Andolini y se descubre gay obediente con mucha labia. El dom enmascarado lo somete con sus palabras y lo entrena para convertirlo en su nuevo juguete sexual. Mandado por la profunda voz del jefe, Melad obedece irresistiblemente, arrojándose a sus pies para besarlos y lamerlos. Luego endurece la gran polla del Amo con su boca obediente y después aprende a chuparla perfectamente como a él le gusta, con buenos movimientos de garganta profunda. Todo lo que Andolini le pide, lo hace y el jefe le tiene preparada más de una perversa idea. Para terminar, el jefe folla profundamente el culo esclavizado de Melad antes de cubrirle la barba de esperma.