Kad necesita vaciar sus bolas al menos 3 veces al día... si no 5. Le gusta someter a los tíos pasivos a su gran polla árabe y demostrar en todo momento quién es el que manda aquí. En cuanto pilla a un chico sumiso, al que le encanta que le follen la boca o el culo, la conexión está hecha. Este es el caso de Lucky Boy que sabe cómo complacer a los bribones de la ciudad. Se pone en modo chupador obediente, sacando la lengua y tomando la polla del gran árabe en la garganta profunda. Ya le han llenado la boca algunas de las pollas más grandes de la ciudad. De rodillas, atiborrado de la gran polla Kad, se irá bien saciado.