Greg desafía a un tipo que pasaba por su barrio. Los musculos se flexionan y los niveles de testosterona suben mientras los dos sementales se enzarzan. La pelea callejera se convierte en algo mas. Se besan, se lamen, se frotan las pollas el uno contra el otro. Se acabaron las bofetadas y los puñetazos... ¡Es una pelea de pollas! Nos encanta.