Maltos necesitaba una boca que le ayudara a disparar su carga. Llamó a sus compañeros de la pandilla de "Cabrones Encapuchados". Le enviaron a Leo Helios, un auténtico chupapollas que ya ha sido jodido por algunos de la banda. Hoy, sin embargo, va a tener que abrirse como nunca lo hizo antes porque... ¡Portos es enorme!