A Rafael le gustan los expertos adoradores de pollas grandes y los tíos que se sueltan. Por eso conoció a Julien Stark y le retó a reclamar su polla con los ojos. No hace falta hablar, Julien sabe lo que tiene que hacer. Cuando Rafael le sube la camiseta, Julien se postra con naturalidad para oler y lamer, para adorar, hasta acabar de rodillas frente al gran paquete. Allí, empieza a jugar con sus labios, su boca y finalmente se traga la gran polla. Mientras Rafael le folla la boca, Julien le mira fijamente a los ojos, implorante. Hace que Rafael se sienta todopoderoso y con sus ojos saltones le hace sentir la necesidad de tomar más y más. Muy bien: se ha ganado ser follado copiosamente en todas las direcciones. Y al final, por supuesto, todavía tiene que mirar al jefe y rogarle que se trague su leche caliente.